martes, marzo 23, 2010
El señor que no ve en colores
Muchos podrán decir que Neil Harbisson es el primer Cyborg de la historia. Yo tengo mis dudas. Pero ¿Qué es un Cyborg? ¿Y quién es Neil Harbisson?
En 1972 fué publicado un libro de Ciencia Ficción con el título Cyborg. Aún no lo he leído, pero al parecer se trata de un piloto de pruebas que por un accidente termina con medio cuerpo reconstruido a base de injertos artificiales que aumentan sus capacidades naturales. ¿Les suena conocido? Pues efectivamente y a riesgo de poner en evidencia la edad de muchos, se trata de la novela en la que se basó la serie a la que dedicamos muchas horas en nuestra niñez: el hombre nuclear (Que hasta donde recuerdo tenía poco de nuclear, por lo que el nombre original, El hombre de los seis millones de dólares, era más adecuado). El autor de este libro fué Martin Caidin, quien escribió otras tres novelas continuando la historia y cuyos sucesos no reflejaban los que mostraba la famosa serie de televisión. Aunque Caidin no fué quien acuñó el término Cyborg, si que fue uno de los que ayudó de gran manera a su popularización.
Una de las características de Steve Austin, protagonista de la historia, era su ojo biónico. Una maravilla. Tenía un zoom de 20:1 y capacidades infrarojas.
Neil Harbisson tiene un ojo biónico también. Sin embargo este no tiene capacidad infraroja ni puede hacer zoom. Ha sido diseñado para ayudar a Harbisson a lidiar con una limitación de nacimiento: solo puede ver en blanco y negro. El ojo artificial, sujeto a su cabeza, convierte los colores en señales sonoras y las transmite a su oido. De esta forma Harbisson puede identificar los colores de los objetos que observa. También es una maravilla
Gracias a la pelea que Harbisson ha dado con el gobierno inglés, ha logrado aparecer con su flamante tercer ojo en su foto en el pasaporte. Y ha sido reconocido como el primer Cyborg.
Aunque el ojo de Harbisson ha recibido varios premios de innovación, muchos otros personajes han hecho interesantes experimentos de integrar avances tecnológicos en los seres vivos para eliminar discapacidades o para mejorar algunas habilidades. Les sugiero que busquen a Kevin Warwick y miren sus locuras.
Lo que yo me pregunto es si no todos somos un poco Cyborgs ya. Por supuesto, quien tenga un marcapasos puede afirmar con certeza que es un cyborg con todas las de la ley. Pero, ¿No lo es también el que se pone unas gafas que le permiten leer mejor? No estoy tan seguro de que se requiera una intervención quirúrgica para que una mejora de alguna habilidad humana mediante la incorporación de un adminículo tecnológico convierta a un individuo en un Cyborg. O de que el órgano biónico tenga que ser complejo para ser considerado como tal, descartando a los implantes que alguno de nuestros abuelos pueda tener en su renovada dentadura.
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